El Top 3 de los aspectos más importantes del acompañamiento luego del tiempo de confinamiento
¡Mi hijo ha cambiado mucho!, ya no quiere hablar del colegio, me refieren que su manera de proceder está enmarcada en impulsividad, le cuesta establecer relaciones armónicas con sus pares, su rendimiento académico ya no es el mismo. Conversaciones y situaciones como éstas son algunas de las preocupaciones que tienen los padres luego de retomar a la nueva realidad en el contexto escolar, por esta razón es necesario reconocer que el tiempo de confinamiento mostró unos impactos en la vida de los seres humanos. La psicóloga del Hospital Clínica Benidorm, Jessica Castejón, ha explicado que “una situación como la que vivimos nos llevó a romper nuestras rutinas de forma abrupta y esto puede generar un sinfín de emociones como ansiedad, frustración, problemas para socializar, etc.” Para afrontarlo es necesario convertir esta experiencia en una oportunidad para gestionar cambios en las diferentes áreas.
En primer lugar, hay que recuperar las rutinas, es necesario darse la oportunidad de volver a empezar, reformulando objetivos y añadiendo nuevos hábitos, sin olvidar la importancia de la autonomía como eje central para resolver dilemas de la cotidianidad, cada vez que se le permite al niño o adolescente que por iniciativa resuelva situaciones, tome una postura frente a la misma ira codificando y entendiendo qué es acertado y qué debe ser reformulado en el futuro, acciones que se reflejarán de manera directa a la hora de relacionarnos con el entorno y con los pares.
Segundo, comprender que todas las personas gestionan las emociones de manera diferente y van en concordancia con la etapa madurativa y las experiencias previas. Como adultos es necesario que para el acompañamiento de estas situaciones que se consideren complejas, se refleje una posición de apertura y ayuda promoviendo conversaciones que permitan reconocer alternativas de solución siendo los niños y jóvenes los protagonistas de la misma.
Tercero, sin ser la menos importante es la comunicación asertiva, objetiva, clara y cercana que se debe tener con los hijos en todo momento y en todo lugar, conocer sus temas de interés, sus expectativas, sus deseos permitirá acercamientos menos acartonados y más activos en la relación. Hay que recordar que la comunicación verbal no es la única, los gestos, la postura corporal son elementos importantes que marcarán el vínculo y la cercanía en este gran reto de ser padres.
Es importante tener presente, que los padres por ser el origen de la vida para los hijos, generan una influencia decisiva y única, convirtiéndose así en ser los primeros actores, escultores y moldeadores en el proceso de educación y formación, impactando de manera poderosa y directa en el aprendizaje y en la formación de su personalidad. Aprovechar las experiencias que nos ofrece la cotidianidad permitirá enriquecer el repertorio emocional y conductual además, de ganar habilidades para la vida sin olvidar que “la responsabilidad es el precio de la libertad” frase muy oportuna de Elbert Hubbart.
Carolina Carrasquilla G
Psicóloga Ciclo III
Servicio de Asesoría Escolar