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Artículo SAE Junio

Artículo SAE: Retos de la escritura en tiempos de presencialidad

Cuando un niño entra al maravilloso mundo de la lectura y la escritura, viene de transitar por caminos y experiencias enriquecedoras que lo han retado motriz, sensorial y perceptualmente y que siguen desarrollándose para avanzar en su proceso lectoescrito de manera segura, confiada y firme. 
Sin embargo y no es desconocido, que los niños que actualmente se encuentran en el ciclo 2 e incluso, algunos del ciclo 3, se vieron enfrentados a un cambio abrupto en las rutinas, socialización, hábitos y exposición a experiencias a causa del tiempo de pandemia, que restringieron algunas vivencias y maneras de acercarse a nuevos conocimientos y escenarios y consecuentemente, afectaron el desarrollo de algunas habilidades. Durante ese tiempo, la escritura en hoja fue mucho menor o casi inexistente; dos años en los que los computadores lideraron todas las formas de expresión. 


Y es por esto que habilidades sensoriomotrices y perceptuales como fuerza, resistencia, control postural, disociación de cada segmento corporal, control de los músculos encargados de los movimientos de los ojos, ritmo, orientación espacial y temporal, percepción de estímulos visuales y coordinación visomotriz; se vieron impactadas en su adquisición y afianzamiento. El hecho de permanecer durante la mayor parte del día, frente al computador y que los niños tuvieran que responder a nuevos desafíos, implicó que las habilidades puestas en práctica en los procesos escritos pasaran a otro plano y el volver a utilizar el cuaderno y el lápiz al regresar a la presencialidad, les presentara nuevos retos e incluso puso a algunos niños en un mundo desconocido para ellos. 


De hacer click en un mouse, pasaron a tener que realizar una pinza trípode con sus dedos, con disociación, fuerza, resistencia y que les posibilitara usar el lápiz con precisión motriz fina, sin demasiada presión y sin cansarse.


De solamente mirar hacia su pantalla, tuvieron que cambiar de enfoque muy rápido entre su cuaderno, el video beam, la hoja de trabajo de su compañero y porqué no, cualquier juguete que hubiesen traído de casa.


De despreocuparse por el manejo del espacio gráfico, se vieron obligados a cuidar que las letras se mantuvieran sobre el renglón, que les alcanzara la línea para escribir el título, y que los dibujos no quedaran muy pequeños o muy grandes. Tuvieron que terminar su escrito rápidamente dentro de un tiempo específico; borrar si se habían equivocado y que al contrario de usar el computador con herramientas de autocorrección, darse cuenta por sí mismos de qué debían ajustar en sus producciones escritas.
Llegaron para lograr una mayor autoregulación corporal y mantener una postura durante un tiempo más prolongado y continuo de trabajo, de restringirse a un apartamento… ahora volvían a disponer de múltiples y amplios espacios para correr, saltar y descargarse motrizmente, lo que implicaba volver a orientarse temporoespacialmente. Muchas condiciones y áreas de ajuste convirtieron esta época en, como lo refiere la ONU, “una catástrofe generacional”.


Pero no vamos a quedarnos de brazos cruzados… ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos minimizar lo sucedido e ir, poco a poco, cerrando la brecha que se generó?

¡JUGUEMOS! 
Aprovechemos cada oportunidad que tengamos para promover el desarrollo de habilidades que son la base para cualquier proceso de aprendizaje. 

  • Los parques, el césped y la práctica de diferentes deportes se convierten en escenarios maravillosos para que los niños … corran, gateen, se arrastren, lancen y atrapen balones, jueguen a la carretilla, disfruten de diferentes texturas caminando descalzos, usen el pasamanos.
  • Jueguen triqui en la arena, dibujen con espuma de afeitar en espejos y puertas de la ducha, dibujen en cartulinas o papeles ubicados en la pared o en la parte inferior de una mesa.
  • Propiciemos juegos usando conceptos espaciales como superior, inferior, derecha, izquierda; a encontrar objetos perdidos, a identificar la figura en el espacio que les rodea y que esté en una posición diferente, o buscar una forma que cambie sólo en su tamaño o color, descubrir dibujos escondidos.
  • Motivemos para que sus hijos(as) bailen y disfruten de la música asociando movimientos a cambios de intensidad y ritmo.
  • Invitemos a que usen herramientas y materiales diferentes de manipulación… tijeras, destornilladores, stickers, entre otros

Es importante que como familia propiciemos las condiciones para que este proceso de lectoescritura se realice de forma exitosa, creando en el hogar un ambiente de juego para seguir estimulando y fortaleciendo las diferentes habilidades; ampliando las motivaciones frente a la escritura implicándolos en la selección de un buen libro y comunicando de manera gráfica y escrita sus aprendizajes, sentimientos y emociones; y finalmente generando un ambiente abierto a múltiples experiencias culturales que servirán de estímulo al aprendizaje y enriquecimiento de este proceso. 


¡A divertirse haciendo de estos espacios en familia momentos inolvidables!

Sonia T Castañeda
Terapeuta Ocupacional – Primaria
Servicio de Asesoría Escolar